Cordillera de Huayhuash. (Perú 1983)















































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Una selva de picos rocosos es lo que se asemeja esta zona del macizo central. Trece de agosto, hoy se cumple el sueño tantas veces acariciado. Un saludo, al poco otro saludo y así con paso decidido y con la rapidez que nos deja el peso de las mochilas nos vamos acercando al Naranjo, hay mucha gente en esta parte del camino.
Llegamos a la altura de Cabaña Verónica y tomamos a la derecha para alcanzar el collado de Horcados Rojos que da acceso al Jou de los Boches. Ahí frente a nosotros, majestuoso y como flotando sobre un mar de rocas, sobresale la cara suroeste del Picu – que es como llaman los lugareños al Naranjo-. Nos quedamos contemplándolo en silencio, cada uno tiene sus propias ilusiones y temores.
El descenso al Jou de los Boches es delicado –pienso en la ratonera que debe de ser en invierno – una vez abajo el paso es rápido, pasamos el Jou Sintirra y de pronto la Oeste se levanta imponente a nuestro alcance. Son las trece horas cuando alcanzamos el refugio de Urriello. El calor es agobiante, nos metemos bajo un gran bloque que forma desplome y nos tumbamos hasta que el Sol se pierde por detrás del Neveron. Al anochecer nos acercamos al refugio y nos enteramos de que tres cordadas también quieren probar suerte mañana por lo que decidimos levantarnos muy temprano para ir en cabeza pues tenemos ilusión por hacer la pared en el día. Cenamos y con la misma nos metemos en los sacos.
Desde los sacos oímos pasos y tintineo de materiales, no nos hemos levantado tan temprano como hubiéramos querido. Desayunamos mousli y al poco estamos al pie de la vía. Las otras tres cordadas están empezando a escalar, son mucha gente y van lentos, antes de que la segunda cordada empieza a escalar vemos como surge otra cordada, ya somos cinco y esto parece la cola del médico por lo que nosotros decidimos dejarlo para mañana y bajamos a Sotres, pueblo que se encuentra a unas tres horas desde la Vega de Urriello para comer bien ya que no nos queda mas que algo de chocolate y un paquete de sopa.
El descenso hasta el pueblo es un hermoso paseo, la Canal de Camburero es única, después de unas vueltas un estrecho camino nos deja en una ancha ladera y el pueblecito de Bulnes se nos aparece como hundido. Sotres es un típico pueblo asturiano con sus casas agrupadas en el fondo de un estrecho valle –si se puede llamar valle – todo a su alrededor es verde y el olor a ganado lo llena todo.
Compramos frutas y almorzamos como si lo hiciéramos por vez primera, después de descansar un rato emprendemos el regreso a Urriello la subida se hace pesada y con el fuerte calor hasta sufrida. Vamos tropezando con excursionistas que bajan. A las seis de la tarde estamos en el refugio y miramos la pared en busca de los que se habían metido pero no vemos nada. ¡Sorpresa! Al otro lado del refugio nos encontramos a dos de las cuatro cordadas que debían de estar en la pared. Ahora podemos ver a las otras dos escapando por los Tiros de la Torca. Esto nos desalienta un poco pues uno de los que están en la pared ya ha hecho dos veces con anterioridad esta vía y su lentitud nos preocupa, nos preguntamos ¿podremos salir nosotros en el día? ye veremos.
Esta noche nos quedamos en el refugio y quedamos en que vendrán con nosotros mañana un gallego y un catalán que formarán cordada y así termina el día.
Son las siete de la mañana y no hace nada de frio, ya la otra cordada está dando el primer largo y nosotros nos movemos para desentumecérsenos. A las ocho nos metemos en la pared, los dos primeros largos los damos rápidamente y no tienen nada de historia. El tercer largo ya es otra cosa ya que está considerado el más difícil de la vía pero lo damos bien y esto nos anima. El cuarto largo es cortísimo pero los tacos sobre los que se han de colocar los estribos son de pena. El tiempo va transcurriendo y después de varios largos más de cuerda estamos en la cima de la “Lastra”. Un corto largo en artificial sobre cordinos que dan miedo y una salida en libre nos deja a la entrada de la denominada “Cicatriz”, esta consta de dos largos de cuerda y son de lo más bellos, pues es una bavaresa hacia la derecha sobre uno de los planos más verticales de la pared y que hace desaparecer todo el sentido de la gravedad.
Son las casi 14 horas cuando alcanzamos los “Tiros de la Torca”. A pesar de las seis horas ininterrumpidas que llevamos escalando nos encontramos en buena forma. Ahora sabemos que lograremos la pared en el día. Tomamos un poco de agua y algunas almendras y emprendemos la escalada hacia el techo oblicuo que da acceso a la “gran travesía”- Estos dos largos son quizás los que más fama le han dado a esta pared, no tanto por su dificultad, como por su espectacularidad así como por la imposibilidad de abandono de la pared –si no es por la cumbre- una vez dado el segundo largo de la travesía. Son unos largos de ensueño. La caliza aquí es compacta y los agarres aunque escasos. Hacen daño, los pies de gatos se adhieren maravillosamente. Es sin duda los largos más hermosos que he dado en mi vida.
El “diedro de cien metros” es una magnífica escalada sin grandes problemas técnicos aunque se goza plenamente. Hace ya bastante tiempo que vamos en mangas cortas pues el calor es bastante fuerte y eso hace agradable la escalada. Alcanzamos “plaza Rocasolano”, ya la “Oeste” está en el bolsillo. Aunque cansados, la alegría es patente entre nosotros solo ciento sesenta metros nos separan de la cumbre y las dificultades han quedado atrás, querríamos correr, pero sabemos que ahora más que nunca debemos poner todos nuestros sentidos en estos últimos metros, pues en nuestras mentes están el recuerdo de Barrio y Ortiz que cayeron cuando daban los últimos pasos difíciles en invierno.
A las 19 horas nos abrazamos en la cumbre, junto a nosotros se encuentran el gallego y su compañero, la alegría es desbordante. Pasamos una hora en la cumbre hablando de nuevos proyectos, la foto de rigor y comenzamos el descenso por la pared Sur.
Larga noche de charla en el refugio, un buen sueño y con la llegada del mal tiempo nos despedimos de Picos que en un corto periodo de tiempo nos han hecho vivir intensamente.
Una ilusión realizada.
Oeste del Naranjo de Bulnes Leer más »
Eiger, arista Mittellegi 2006. Leer más »
El veintiocho de abril de mil novecientos setenta y cuatro, junto a Oscar Subirana, Miguel Diez pisamos la cumbre de las Animas, formación rocosa que se encuentra entre Taganana y Almaciga y que hasta esa fecha era la pared aun no escalada en Tenerife.
Cincuenta años y seis meses después, el 7 de noviembre rememore aquella escalada Junto a Miguel Diez y un grupo de amigos.
Las Animas, rememorando. Leer más »
1 – Vía Diarrea mental. Abierta por Marcelino Báez y Antonio Villar el 25 de abril de 1982.
Román Sosa, vertiente Este. Leer más »
1 – Vía Recuerdos. Abierta por Alfons Valls y Antonio Villar en octubre de 1982.
Las líneas en azul se corresponden a trazados de ascensión invernal.
Guajara, sector proa. Leer más »